En esta ocasión, debido a la especial situación que atravesamos por el COVID-19, ha sido la tecnología, en una de sus salas virtuales, quien ha acogido por primera vez a los asociados de la Federación ASPA de Servicios de Prevención Ajenos nacionales, que se reunieron ayer 25 de junio, para celebrar su Asamblea General.

El presidente de la Federación ASPA, Miguel Santos Romón Mena, inauguró la jornada, agradeciendo el enorme esfuerzo de adaptación  y colaboración que están realizado los Servicios de Prevención Ajenos, quienes han sido llamados por el Ministerio de Sanidad mediante el “Procedimiento de actuación de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-Cov-2”, para colaborar con las autoridades sanitarias en la lucha contra el COVID-19, con el objetivo prioritario de limitar los contagios mediante el seguimiento de los contactos estrechos en el ámbito laboral y de gestionar la IT de los trabajadores, a través de la elaboración del informe acreditativo de incapacidad temporal por COVID-19, facilitándolo a los servicios de atención primaria para su tramitación.

En el transcurso de la Asamblea, se aprobaron las cuentas anuales y el presupuesto para el próximo año, presentándose la Memoria de Actividades y el Informe Gerencial.

Dentro de los objetivos marcados para el próximo ejercicio, destacan el continuar dando relevancia al imprescindible valor social, como ha quedado demostrado en estos últimos meses de pandemia, de la actividad de los Servicios de Prevención Ajenos, poniendo especial atención a la escasez de profesionales sanitarios de la rama de trabajo;  continuar potenciando y defendiendo la imagen y los intereses del sector; conseguir un marco adecuado de RRLL reflejado en la negociación colectiva; continuar promoviendo un marco legislativo de seguridad y libertad jurídica y buscar la unidad sectorial con el resto de asociaciones, basados en la fortaleza actual estructural de la Federación.

 “ Los SPA somos el corazón de la prevención en España. Un sector maduro, consolidado, estable, con un alto grado de especialización y experiencia, que permite proporcionar un servicio de calidad y garantías, basado en las personas, y con un elevado nivel de satisfacción por la empresa, los clientes y los trabajadores. Todo ello, unido al valor social de nuestra actividad, de importancia vital, supone un aporte único en beneficio de toda la sociedad española” (M. Romón, presidente de la Federación ASPA).